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"Martín Fierro" clase del 6/11

La clase del 6 de Noviembre, comenzó con la consigna de confeccionar un texto que discuta la hipótesis de que el Martín Fierro sea una epopeya. Esta consigna, se realizaba de a dos alumnos.
Luego de finalizar los textos, algunos de ellos fueron leídos en clase, con el objetivo de discutir la consigna dada. Salió en discusión el tema sobre si Martín Fierro era un héroe o no, ya que la Epopeya es un género que narra las acciones de los héroes. Este tema fue discutido, y llegado a la conclusión de que un héroe es un símbolo de toda una sociedad y Martín Fierro es sólo del grupo social gauchesco.
Luego de discutir este tópico, la clase se desvió de tema y se empezó a tratar el tema del habla, en Martín Fierro y en la sociedad en sí. Este tema surgió ya que un alumno hizo hincapié en el habla de Martín Fierro y se empezó a discutir si es que algunas personas hablan "mal" el castellano. La profesora explicó que en el habla no hay leyes, sino que cada persona habla el castellano de distinta manera (pronunciación, cambios en algunas palabras etc.) según su cultura. El habla son códigos sociales y cada cultura lo adaptó a su forma. Hay mucha gente que es discriminada por el modo del habla que utiliza y eso no esta bien porque , como se dijo anteriormente nadie habla "mal" el idioma, sino que cada cultura lo adaptó a su manera.
Cerramos la clase hablando de este tema. Les recuerdo que como ya lo dijo Vero que deben postear sus textos realizados y pido por favor que si alguien tiene algo para opinar acerca del tema o completar algo que quedo medio incompleto, lo haga.
Saludos,
Facundo.

6 Comments:

  1. agustin said...
    A nosotros nos parecio correcto, alimentar el comentario del compañero Facundo Scolnik, con una definicion mas exacta y precisa sobre la epopeya, asi luego poder relacionar a Martin Fierro con epopeya.La epopeya es un subgénero épico, es decir, narrativo, escrito la mayor parte de las veces en verso largo o prosa que consiste en la narración extensa de acciones trascendentales o dignas de memoria para un pueblo en torno a la figura de un héroe que representa sus virtudes de más estima. Casi siempre estas acciones son guerras o viajes y suelen ser muy extensas. En ella intervienen muchas veces los dioses y existen elementos fantásticos, cada vez más escasos en los cantares de gesta o epopeyas medievales y, ya en el siglo XIX, absolutamente eliminados en la novela realista o epopeya del héroe vulgar o de la clase media que por entonces conquistó el poder político y el prestigio social y reveló en ella los valores de la burguesía: el individualismo y el materialismo.
    Luego de esta informacion dada, creemos propicio que alguno de nuestros compañeros a traves de la definicion que brindamos de epopeya pueda realizar un analisis mas detallado de la relacion que existe entre Martin Fierro y la epopeya.

    Sebastian Ferreo y Agustin Slupski.
    Anónimo said...
    Siguiendo con los comentarios anteriores de Facundo y Agustin y a pedido de Agustin, intentare hacer un analisis de la relacion Martin Fierro-epopeya.

    varios argumentos pueden disctuir la hipotesis que Martin Fierro es una epopeya, no identifica a la nacion en su conjunto, no entra exactamente en la definicon de heroe.

    habiamos dicho que no actuaba con justicia, pero Vero nos corrigio diciendo que desde el punto de vista de otro gaucho el si esta actuando con justicia, hay que saber verlo de disitnos puntos.

    saludos
    Gaba Reisfeld said...
    Este comentario ha sido eliminado por el autor.
    Gaba Reisfeld said...
    Con Nico Damp pusimos:
    Uno de los motivos por el cual el "Martín Fierro" no es una epopeya sería que no creemos que sea un género de circulación, ya que se puede percibir de buena manera varios detalles de la historia.
    Otro motivo sería que Martín Fierro no es presentado como un héroe desde el comienzo pero uno lo puede ver como tal al transcurrir la historia.

    Saludos
    Verónica Pena said...
    Lo que sigue es comentario a la entrada de Facundo:

    Algunas notas sobre la adecuación a la normativa, Facundo:

    * Los meses en castellano se escriben con minúscula (lo mismo que los días, y a diferencia del inglés).

    * Podemos evitar la repetición de las palabras de la familia de "discutir".

    Sobre la clase y qué tanto nos vamos de tema cuando derivamos (incluye ironía sobre lo enumerado arriba):

    No es que no hay leyes para el discurso sino que nadie es dueño de establecerlas por su cuenta (esto vino a cuento de si la Real Academia Española "legisla" y con qué grado de autoridad para todxs lxs hablantes del castellano). Así la cosa, en primer lugar, no se dijo que cada uno decide (por lo mismo dicho anteriormente) sino que se construye colectivamente una serie compleja de normas que está todo el tiempo en discusión, en conflicto, lucha que no se da por cerrada, hasta que la lengua muere (como el latín).
    Por esto mismo, correpondería más "adapta" (en presente) que "adaptó", aunque tampoco me parece claro el significado del verbo: porque supone un punto de referencia, un molde para la adaptación y no creo que hayamos establecido que haya alguno. Es más bien una creación que una adaptación.
    Decir que no hay que discriminar a la gente que no habla como uno -sea que nos diferenciemos por región, por edad, por ideología, por tribu social, etc., si hay algo en que nos hemos vuelto especialistas en justamente en diferenciarnos-, decir esto -retomo- es más fácil que hacerlo, sobre todo cuando invertimos mucho tiempo de vida (y dineros) en formarnos para diferenciarnos. La cuestión es comprender que puede haber efectivamente un capital cultural del que yo disponga y otros no; comprender que sucede que se aspira a conservarlo como propio -competitivamente- para la distinción (se intenta adquirir un capital cultura al que que otros no tengan similar acceso, o que tengan que hacer esfuerzos similares -si se pudiera mayores- a los que uno hace para conseguírlo, como si se corriera una carrera de méritos, como si todo ese sistema entrañara alguna lógica de justicia -y entonces, es justo que uno sepa lo que otros no llegan a saber, etc.); pero comprender, asimismo, que si esto sucede -aunque no siempre se explicite- no tiene nada que ver con ser mejor o peor persona por hablar mejor o peor, o con tener más o menos derecho a sabe quién qué.

    Lo que dijimos sobre la Real Academia Española tenía que ver con algo importante para la historia de Martín Fierro como personaje y también para la de la obra de Hernández en la historia de nuestra literatura. En la última edición de su Ortografía, la RAE le pasa factura a la educación oficial de los estados modernos por la imagen que solemos tener de sus catedráticxs como lxs que de algún modo "aprisionan" la lengua viva en una serie de leyes formales que la matan, la detienen, etc.
    Entonces, cuentan que la tradición de la RAE fue siempre la de recoger la mayor cantidad de información sobre los usos del lenguaje en el mundo de habla hispana, de manera tal de que sirviera como guía a quien tuviera una duda pero sin imponer obligaciones. Incluso, su tarea ha sido la de recoger de lxs autores más reconocidos usos diversos igualmente distinguidos (y allí está presente la literatura como modelo de lengua, porque el diccionario está vinculado sobre todo con la lengua escrita y no con el habla oral, sobre la que poco -tiempo- tiene para opinar). Efectivamente, es la educación pública (cada vez más extendida y laica) a través de la escuela la que entre fines del siglo XIX y principios del XX va tomando las recomendaciones de la RAE como letra oficial y como norma no opinable. Como bien dijeron UDs., si no, no nos entenderíamos o nos costaría ello un poco más o terminaríamos quizás hablando lenguas distintas más rápidamente desprendidas del castellano, quién sabe. Veamos entonces que esta reglamentación aparece como necesaria cuando justamente la alfabetización se generaliza, afecta a más hablantes y por tanto, ya no es la posibilidad de escribir y leer la que diferencia "clases" en el terreno cultural, sino la de "cuánto y cómo se saber leer y escribir". Porque la diferencia permanece, a qué dudarlo.
    Esa transición y lucha entre el mundo de la oralidad y el de la escritura burguesa es tema de la obra de Hernández (la pone de manifiesto la confrontación entre gauchos y jueces); y la legitimidad en la representación litearia de otra habla que no fuera la que se ajustase al modelo de clase dominante es la lucha que atraviesa al Martín Fierro como obra dentro de los programas de Literatura en la historia de la constitución de nuestra Nación (y nacionalidad): necesaria -según unas voces- para coagular identidad ante la ola inmigratoria; temida, denigrada y censurada -por otras voces- a causa de imitar un “español” (¡¡??) "deformado" -la forma del castellano según esta posición es la de un solo grupo social: la urbana, escolarizada, y económicamente dominante-.

    Es importante tener esto en cuenta, porque es más la historia de recepción y de relectura del Martín Fierro (incluso dentro del sistema educativo) la que afirma algunas de sus funciones como epopeya, que lo que podamos encontrar al interior de su construcción textual más "objetivable", si tal cosa existe. (Se acuerdan que hablamos de la construcción de una tradición, ¿no?)

    Sobre las cuestiones más particulares del análisis comento a continuación y en respuesta a los demás comentarios, también.

    Saludos
    Verónica Pena said...
    Sobre los comentarios:

    Agustín y Sebastián: si citan una fuente deben usar comillas, mencionarla de acuerdo con la convención que aprendimos a principio de año, y si proviene de Intenet, establecer el vínculo. De lo contrario... es trampa.

    En clase establecimos además otras características para la epopeya que publicó hace unos días Meli con materiales de ella y de Fede F. En esa entrada, algo me interesa que no entre en colisión con lo que Uds. ponen aquí: no se trata simplemente de las historias de héroes (si no, las historietas pudieran confundirse con epopeyas y no es así) sino que estos héroes están configurados según el particular momento de la fundación de una nacionalidad.

    Luego, no abusen de ese tono paródico de catedráticos que queda tan insincero aquí como en la clase (sobre todo, cuando en los mismos 80 minutos pueden festejar cualquier ocurrencia con un cantito de cancha). No termina de quedar claro a quién le quieren tomar el pelo.

    Facundo: es buen dato el que querés agregar pero tu comentario desluce por problemas de escritur. Además de los superficiales (mayúsculas, tildes), otros son más significativos, como no distinguir cuando hablás del personaje y cuándo de la obra. Luego: "relación entre Martín Fierro y las características de la novela como género", mejor que "relación Martín Fiero-novela", ¿no?. Sí, ya sé que son muchas más palabras; por eso, justamente.

    Gaba: supongo que quisiste decir que "Martín Fierro" no constituye una obra de "circulación oral". O sea, dos cuestiones: la primera, que una obra nunca es un género sino que pertenece a él; la otra, que no es "circulación" a secas, sino la diferencia entre oralidad y escritura, el concepto.
    Finalmente, señalar que sos el único que diferenció la mención de la obra y la mención del personaje. Te las ingeniaste con comillas... no está nada mal (si no se sabe un poco de html, esa es una buena solución).

    Saludos

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